01/12/2025 - 09:10 UTCEl USDX terminó la semana pasada un -0,67 % más bajo, extendiendo su tendencia bajista, mientras que el oro repuntó un 3,7 % para operar cerca de un máximo de seis semanas este lunes. El principal motor de estos movimientos opuestos es la reafirmada expectativa del mercado de un recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) en diciembre, reforzada por recientes comentarios moderados de funcionarios como el gobernador Christopher Waller y el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams. Esta alta probabilidad de flexibilización continúa ejerciendo presión bajista sobre el USDX y actúa como un fuerte impulso para el oro, que no genera rendimiento.
También respaldan al metal refugio las incertidumbres geopolíticas, incluidos los crecientes tensiones entre Rusia y Ucrania, y un ánimo cauteloso del mercado reforzado por débiles datos manufactureros de China, que inesperadamente volvieron al territorio de contracción. Sin embargo, tanto el oro como el USDX se encuentran en pausa, con los operadores reacios a tomar posiciones decisivas antes de las publicaciones macroeconómicas clave de EE. UU. de esta semana, comenzando con el ISM Manufacturero PMI más tarde hoy, que proporcionará el próximo impulso relevante. La especulación sobre un posible sucesor moderado para el cargo de presidente de la Fed también pesa sobre el USDX y respalda al oro.
La mayoría de los índices asiáticos mostraron movimientos mixtos el lunes, mientras los operadores evaluaban el incremento de expectativas de un recorte de tasas de la Fed el próximo mes frente al sentimiento cauteloso tras los débiles datos económicos de China. Este optimismo subyacente por una flexibilización en EE. UU. ayudó a limitar las pérdidas más amplias en la región.
Los índices de la China continental registraron avances a pesar de los decepcionantes datos manufactureros. A las 07:59 AM GMT del lunes, el SSE de China subió un 0,66 % y el SZSE de China mostró una ganancia más sólida del 1,28 %. En contraste, el índice Hong Kong 50 cayó un -0,18 %. Las ganancias se registraron pese a que un PMI manufacturero del sector privado, publicado el lunes, volvió al territorio de contracción, subrayando la persistente debilidad de la demanda y siguiendo al PMI oficial, que mostró contracción por octavo mes consecutivo.
El índice Japan 225 tuvo un rendimiento significativamente inferior al de la región, cayendo un -2,07 % a las 07:59 AM GMT. Las acciones japonesas cayeron con fuerza ante el aumento de expectativas de una subida de tasas por parte del Banco de Japón (BOJ). Esta visión se reforzó cuando el gobernador Kazuo Ueda señaló el lunes que los responsables discutirían los “pros y contras” de aumentar las tasas en su reunión de diciembre. El consecuente fortalecimiento del yen y el aumento en los rendimientos de los bonos gubernamentales pesaron fuertemente sobre el mercado bursátil.
Los principales índices bursátiles estadounidenses mostraron debilidad en las operaciones de futuros, con los futuros del S&P 500 cayendo a medida que las acciones tecnológicas lideraban el retroceso. Este tono cauteloso sigue a un aumento significativo en las expectativas de recorte de tasas de la Fed, que ahora implican cerca de un 87 % de probabilidad de un recorte de un cuarto de punto en diciembre, impulsadas por datos débiles de EE. UU. y señales moderadas de los responsables monetarios. No obstante, los inversores se mantienen prudentes respecto a las implicaciones de un debilitamiento de las condiciones económicas durante el invierno.
Al mismo tiempo, el mercado cripto experimentó una renovada turbulencia. A las 08:02 AM GMT del lunes, las dos mayores criptomonedas por capitalización se desplomaron: Bitcoin cayó un -4,26 % y Ethereum perdió un -5,02 %. La venta se desató tras un incidente en la plataforma DeFi Yearn Finance, donde un fallo permitió presuntamente a un atacante acuñar un gran número de tokens, inundando el pool de liquidez yETH. Este exploit minó la confianza en los activos correlacionados, desencadenando volatilidad inmediata y llevando a los operadores a deshacer posiciones.
El euro se mantuvo firme por encima de 1,1600 el viernes y el par EUR/USD terminó la semana y noviembre en territorio positivo.
El dólar estadounidense tuvo dificultades para encontrar dirección mientras los mercados valoraban una mayor probabilidad de una inminente flexibilización de la política monetaria. Según el CME FedWatch, los operadores asignan ahora un 87 % de probabilidad a un recorte de 25 pb en diciembre. Las expectativas cambiaron bruscamente tras los comentarios moderados de John Williams y Christopher Waller, ambos mostrando apertura a reducir el costo del dinero el próximo mes.
Los datos de EE. UU. publicados la semana pasada mostraron un panorama económico mixto. La inflación del productor se estabilizó, mientras que las solicitudes de desempleo bajaron ligeramente, lo que sugiere resiliencia en el mercado laboral pese a señales más amplias de enfriamiento.
Los datos de la Eurozona brindaron apoyo adicional a la moneda única. Las ventas minoristas de Alemania en octubre no alcanzaron las previsiones, pero las lecturas de inflación en el bloque sorprendieron al alza. El Índice Armonizado de Precios al Consumidor (HICP) de noviembre en la Eurozona se acercó al umbral del 3 %. El PIB del tercer trimestre de Francia estuvo alineado con lo esperado, mientras que el HICP de España superó el 3 %.
Con una inflación de la Eurozona estabilizándose al alza y el Banco Central Europeo señalando que su ciclo de flexibilización probablemente ha concluido, la narrativa de divergencia política continúa favoreciendo más fortaleza en el EUR/USD, especialmente mientras la Fed parece dispuesta a pivotar hacia recortes.
Esta semana traerá varias publicaciones de alto impacto en EE. UU., incluido el ISM Manufacturero y de Servicios de noviembre, Producción Industrial, empleo ADP y solicitudes iniciales de desempleo.
Bitcoin cayó con fuerza en las primeras operaciones asiáticas del lunes, iniciando el nuevo mes bajo fuerte presión después de que un shock de liquidez en el protocolo DeFi Yearn Finance afectara el sentimiento en todo el mercado cripto.
La venta se desencadenó después de que Yearn Finance informara que investigaba un “incidente” relacionado con su pool de liquidez yETH. Los primeros reportes sugieren que un fallo permitió a un atacante acuñar una cantidad inusualmente grande de tokens yETH, inundando el pool con suministro no válido.
En efecto, la vulnerabilidad permitió crear tokens “de la nada”, minando la confianza en el colateral subyacente y llevando a los inversores a deshacer posiciones rápidamente. El shock se extendió rápidamente a los mercados cripto más amplios, con Bitcoin y las principales altcoins cayendo con fuerza ante la incertidumbre.
La caída de Bitcoin llega justo cuando el mercado entra en diciembre tras un pronunciado retroceso mensual. La debilidad persiste a pesar de un contexto macro más favorable para los activos de riesgo.
Las expectativas de un recorte de tasas de la Reserva Federal han aumentado significativamente en la última semana, impulsadas por datos más débiles de crecimiento en EE. UU. y señales de moderación inflacionaria.
A esto se suma la incertidumbre después de que el presidente de EE. UU., Donald Trump, dijera el fin de semana que ya sabe a quién nominará como próximo presidente de la Fed, aunque evitó revelar el nombre. La especulación del mercado se ha centrado en varios posibles candidatos, incluido el exasesor económico Kevin Hassett, generalmente considerado moderado en política monetaria.
Los precios del petróleo subieron más del 1 % en las operaciones asiáticas del lunes, respaldados por la decisión de la OPEP+ de mantener los niveles de producción durante el primer trimestre y por mayores riesgos de oferta vinculados a renovadas tensiones geopolíticas.
La OPEP y sus aliados reiteraron el domingo que mantendrán la producción sin cambios durante el primer trimestre del próximo año, preservando recortes voluntarios por alrededor de 3,24 millones de barriles diarios. El grupo señaló una postura cautelosa mientras monitorea tendencias de demanda desiguales y evalúa el potencial de un exceso de oferta en 2026.
La alianza también acordó un mecanismo de revisión para evaluar las capacidades máximas de producción entre enero y septiembre de 2026, un paso importante hacia el establecimiento de cuotas base para 2027.
Más allá del anuncio de la OPEP+, los operadores se centraron en el aumento de riesgos de oferta vinculados a las tensiones entre EE. UU. y Venezuela. El presidente Donald Trump dijo que considera cerrar el espacio aéreo estadounidense sobre Venezuela, comentarios que se suman a tensiones ya elevadas por acciones militares estadounidenses contra embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico.
Los precios del petróleo también recibieron apoyo por nuevas interrupciones en la infraestructura de exportación rusa. Durante el fin de semana, múltiples ataques apuntaron a instalaciones energéticas, incluido un ataque con drones navales que obligó al Consorcio del Oleoducto del Caspio (CPC) a suspender cargas en su terminal de Novorossiysk. El punto de amarre dañado detuvo envíos desde una de las rutas más críticas del Mar Negro.
El US 500 cerró al alza el viernes, impulsado por fuertes ganancias en las acciones de semiconductores, con Intel liderando el avance en una jornada de negociación reducida por feriados.
Las acciones de Intel subieron más del 10 % después de que el reconocido analista de Apple, Ming-Chi Kuo (TF International Securities), dijera que la compañía podría comenzar a producir los procesadores M-series de gama baja de Apple. En una publicación en X, Kuo señaló que Apple planea usar el proceso 18A de Intel para sus chips M de entrada, con envíos potenciales tan pronto como el segundo o tercer trimestre de 2027, aunque el calendario depende del progreso en el desarrollo tras recibir el PDK 1.0/1.1.
El sector de semiconductores en general avanzó junto a Intel, con AMD, Broadcom y Texas Instruments operando en positivo. Nvidia, sin embargo, siguió bajo presión ante crecientes preocupaciones sobre la intensificación de la competencia en el segmento de centros de datos.
Si bien algunos funcionarios de la Fed han defendido mantener las tasas actuales ante la falta de nuevos datos económicos, otros han señalado la necesidad de un recorte para apuntalar un debilitado mercado laboral. La Fed recortó tasas previamente en septiembre y octubre.
El sentimiento del mercado también recibió un impulso de la renovada especulación sobre un posible sucesor de Jerome Powell más moderado.
Mirando hacia adelante, la atención se centra en las publicaciones económicas de esta semana, entre los pocos datos restantes que la Fed recibirá antes de su reunión de diciembre. El Índice de Precios del Gasto en Consumo Personal (PCE), la medida de inflación preferida de la Fed, está programado para publicarse el 5 de diciembre. Sin embargo, debido a retrasos causados por el prolongado cierre del gobierno federal, el próximo informe reflejará los datos de septiembre.
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